LOST comienza con la apertura de
un ojo; un ojo color verde cuya pupila experimenta una excelentísima miosis una
vez el párpado ya ha sido abierto. Pertenece a un hombre vestido de chaqueta y
corbata que yace tumbado en lo que parece ser una selva. Está solo. Mira a su
alrededor y lo único que ve es un labrador que, enseguida, se adentra en lo
profundo de un bosque. Este hombre, que parece que está en shock, se levanta y
comienza a andar, dejando tras de sí la selva y llegando a una playa. Un zapato
cuelga de un árbol.
La
playa está tranquila, pero pronto aprenderemos lo que acaba de ocurrir: un
avión se ha estrellado en una isla localizada en algún punto del Océano
Pacífico. Nuestro enchaquetado superviviente, del que pronto aprenderemos que
se llama Jack, enseguida comienza a ayudar a los heridos. Primero socorre a un
hombre atrapado bajo los escombros del avión para posteriormente atender a una
joven embarazada a la que dejará a cargo de un hombre de aspecto simpático y
apariencia sobrealimentada. Finalmente reanima a una mujer que estaba siendo
atendida de forma errónea por el prototipo de personaje del que muchas
adolescentes hormonadas se enamorarían. Jack tiene madera de héroe.
Tras
esa durísima actuación, se retira del fuselaje y procede a limpiarse una herida
localizada en la espalda. En este momento, una jovencita que se está frotando
las muñecas aparece en escena y ayuda al médico a suturar su herida.
Así
empieza LOST: con una descarga de
adrenalina tremenda que posteriormente se ve retroalimentada por los extraños
sonidos que se escuchan en la selva cuando anochece. ¿De qué se trata? ¿Es un
animal? ¿Es una máquina? Nadie sabe absolutamente nada ni de la isla, ni de los
sonidos extraños, ni de qué le ocurrió al avión, ni del resto de pasajeros que
se han salvado del accidente.
Bueno,
miento, Jack sabe que la chica se llama Kate.
Amanece.
Kate y Jack emprenden una excursión para encontrar la cabina y, con ello, algún
transceptor que les permita contactar con alguien para que les rescate. Se les
une Charlie; del que pronto aprenderemos que es un músico perteneciente a la
famosa banda Drive Shaft.
Llegan
a la cabina y encuentran al piloto, que está vivo. Les dice dónde pueden
encontrar el “walkie-talkie”
(transceptor) después de darles información valiosa sobre el accidente de avión:
“a las seis horas de despegar se averió
la radio; no sabían dónde estábamos. Giré para aterrizar en Fiyi. Al tropezar
con las turbulencias nos habíamos apartado del rumbo más de 1600 kilómetros.
Intentan localizarnos en el lugar equivocado”.
Charlie
entra en el baño. De repente, comienza a llover y
los sonidos que la noche anterior escucharon desde la playa aparecen. Cuando
cesan, el piloto asoma la cabeza por el cristal roto y es aspirado por algo que
desconocemos. Sangre cae en la cabina que, instantáneamente, es sacudida. Los tres supervivientes huyen y consiguen escapar de aquello que les está
persiguiendo, no sin antes separarse debido a que Charlie cae al suelo y Jack
corre a buscarle.
Kate
cuenta hasta cinco, tal y como Jack le enseñó, para dejar que el miedo se apodere de ella sólo durante ese periodo de tiempo. Grita. Sigue lloviendo.
Jerry
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